L’Humanité des débats – TEXTO COLECTIVO
En la India, “con más de 350.000 nuevos casos registrados al día y la muerte a la vuelta de cada esquina, los pacientes y las familias se ven atrapados en una carrera contra el tiempo, mendigando oxígeno y medicinas en hospitales abarrotados. En el Mediterráneo, según la Organización Internacional para las Migraciones, han muerto al menos 453 migrantes desde el 1 de enero.
Son muchas las voces que hablan de vergüenza ante la tragedia de los migrantes ahogados que han desaparecido sin que los Estados desplieguen los medios necesarios para salvarlos de acuerdo con los principios básicos del derecho marítimo internacional. Según UNICEF, “más de 10 millones de niños de la República Democrática del Congo, el noreste de Nigeria, el Sahel central, Sudán del Sur y Yemen sufrirán desnutrición aguda en 2021. Para el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, “la continua sequía en Madagascar está llevando a cientos de miles de personas al borde de la inanición.
Sin embargo, no faltan recursos. Así, Le Monde del 15 de abril relata la visita del ministro francés de Asuntos Exteriores a India como “íntimamente ligada a los intereses económicos franceses”. En particular, la posible venta adicional de Rafale, del que la India ya compró 36 ejemplares a Dassault Aviation, en 2016, por casi 8.000 millones de euros. Desde 2018, se han lanzado nuevas licitaciones con potencialmente más de 150 aviones en juego.” El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz ha estimado el gasto militar mundial en cerca de 1.645.000 millones de euros en 2020, lo que supone un aumento del 2,6% respecto a 2019.
Francia ha entregado camas y aparatos de respiración a la India, es un poco de solidaridad humana que se está demostrando. Pero estamos viviendo momentos de vergüenza. Mientras millones de personas sufren la pandemia sin los medios médicos necesarios, experimentan el desempleo y la precariedad, padecen hambre, mientras otras se ahogan huyendo de las guerras y la miseria, el importe del gasto militar mundial ha alcanzado una cantidad nunca conocida en la historia de la humanidad. Los pueblos están sufriendo y se les distribuyen armas. ¡Qué vergüenza!
La reducción del gasto militar es una necesidad. Su reorientación hacia inversiones útiles en sanidad, educación, investigación, cultura, clima y economía sostenible permitiría la creación de puestos de trabajo en Francia y en el mundo. Si los nueve Estados que poseen armas nucleares pusieran fin a sus programas, se podrían reorientar más de 820.000 millones de euros en los próximos 15 años para satisfacer las necesidades humanas. Esto sería coherente con la Carta de la ONU, que establece (artículo 26) que los Estados deben “promover el establecimiento y mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales con la menor desviación posible de los recursos humanos y económicos del mundo hacia los armamentos”, pero también con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares (Tian), que entró en vigor el 22 de enero de 2021. Para su futuro, la humanidad no tiene otro camino que la paz.
Firmantes: Roland NIVET y Edith BOULANGER (coportavoces nacionales del Movimiento por la Paz) ; Jean ZIEGLER (asesor del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas), Pradip BISWAS (vicepresidente de la Federación de Empleados de Banca de la India), Alain ROUY (secretario de la AIEP – Asociación Internacional de Educadores para la Paz), Véronique MARTIN (Secretaria Confederal de la CGT), Lilian HALLS-FRENCH (Copresidenta de la Iniciativa Feminista Euromediterránea IFE-EFI), Michèle DECASTER (activista de afaspa), Jim ANDERSON (Acción por la Paz), Christian REECHT (miembro de la Acción Obrera Católica)
Tribune publiée en français dans l’Humanité le 14 mai 2021


